El diagnóstico de las manchas en la piel es muy importante para realizar un tratamiento adecuado. Las manchas en la piel aparecen cuando la producción de melanina aumenta de forma anormal y cuando la distribución de la melanina producida en exceso no se reparte uniformemente en la superficie de la piel, acumulándose en algunos lugares y formando manchas antiestéticas. Una exposición excesiva al sol genera una gran producción de melanina, que se traduce en la formación de manchas en la piel. La insolación y la edad son los principales factores que contribuyen a la aparición de las manchas pigmentarias.
¿EN QUÉ CONSISTE LA PIGMENTACIÓN?
El pigmento natural que determina el color de la piel es la melanina. Es secretada por el organismo para proteger la piel de los rayos UV. Los problemas de pigmentación están relacionados con un mal funcionamiento de la melanina, que provoca una hiperpigmentación (manchas oscuras en la piel) o bien una despigmentación de la piel (manchas más claras en la piel). La pigmentación cutánea está originada por la combinación de cuatro pigmentos localizados en la dermis y epidermis:
- Hemoglobina oxigenada de arteriolas y capilares.
- Hemoglobina desoxigenada de vénulas.
- Depósitos de carotenos o bilis no metabolizada, así como de otros pigmentos exógenos (medicamentos, metales, tatuajes etc.).
- Melanina epidérmica.
La melanina es el principal componente del color de la piel. Es la determinante en las diferencias pigmentarias raciales. La mayoría de los cambios pigmentarios son intranscendentes y producen cambios transitorios, como son las acromias o hiperpigmentaciones postinflamatorias originada por cualquier proceso inflamatorio cutáneo, como la dermatitis o psoriasis. Los dos principales cambios en la pigmentación pueden ser localizadas o generalizadas. Son las siguientes:
- Leucodermia.
- Melanodermia (disminución y aumento de la pigmentación): son modificaciones del color de la piel por exceso o por defecto.
El sol es beneficioso para el cuerpo humano y el organismo. Pero también es el enemigo número uno de la piel. Las radiaciones del sol son acumulativas y de vez en cuando nos olvidamos de cómo tenemos que proteger y cuidar nuestra piel.
LOS RIESGOS DE TOMAR EL SOL EN EXCESO
- Golpe de calor: la permanencia al sol durante mucho tiempo puede provocar lo que se conoce como golpe de calor. Los síntomas son muy claros: enrojecimiento de la piel, aumento de la temperatura corporal y mareos. Si esto es así hay que resguardarse en un lugar con sombra, refrescarse e ir al médico.
- Fotodermatosis: en ocasiones la piel puede reaccionar a la exposición solar mediante la aparición de un eczema. Esta situación requiere la visita al médico para su tratamiento, aunque antes es conveniente refrescar la zona afectada con agua fría.
- Quemadura solar. Si, especialmente el primer día de tomar el sol, sea hace por un tiempo excesivo y sin la debida protección, la piel se enrojece en exceso, se pone muy caliente y produce dolor incluso si no se toca o roza con la ropa. Es un signo de quemadura y debe irse al médico para que evalúe la situación, pues puede tratarse de quemaduras de primer y segundo grado, que requieren un tratamiento inmediato y prolongado. En el caso de que aparezcan ampollas conviene lavar la zona con agua fría, pero en ningún caso aplicar cremas humectantes o vaselina para evitar la infección de la zona afectada.
- Cambios en las manchas de la piel. Vigilar los lunares y otras manchas en la piel debe hacerse con frecuencia si se toma habitualmente el sol. Se trata de comprobar si algún lunar ha aumentado de tamaño, forma o textura atendiendo a las siguientes características: asimetría, bordes irregulares, diferencia de color, diámetro mayor de 6 milímetros o alguna herida o úlcera que no acabe de curar. Cualquiera de estos signos puede definir la existencia de una lesión cancerosa y debe ser analizada por un especialista. Cuanto antes se vaya al médico, mejor.
A partir de la medicina estética podemos solventar los problemas que nos aparecen en la piel. Tenemos que pensar en la prevención más que en la curación, es decir, preocuparnos de nuestra piel antes de que sea demasiado tarde.
CUIDAR LA PIEL EN NUESTRA CASA
La epidermis podemos tratarla en casa. ¿Cómo lo haremos? A partir del uso de los cosméticos. No vale cualquier tipo de cosmético sino que deberemos adaptarnos a aquellos que vayan bien con nuestra edad o nuestro tipo de piel. Uno de los cosméticos serían las cremas a partir de ácido hialurónico para redensificar e hidratar la piel. Las cremas con ácido hialurónico son estupendas para mantener la epidermis hidratada. Otro de los cosméticos claves serían los protectores solares. Estos evitaran el paso de la radiación solar a la piel, frenar el envejecimiento y evitar el cáncer de piel. También podríamos utilizar una serie de compuestos que en cremas van bastante bien que actúan sobre la renovación de la epidermis.
EL TRATAMIENTO DE LAS MANCHAS EN LA PIEL
En la Clínica Renacimiento de León lo primero sois vosotras-os. Realizamos tratamientos muy llevaderos donde vuestra vida será la misma desde el primer día. Anteriormente los tratamientos contra las manchas conllevaban peelings muy agresivos que impedían la incorporación de los pacientes a la vida cotidiana. Os proponemos una serie de tratamientos despigmentantes a partir de Láser de Luz Pulsada,Mesoterapia y un nuevo peeling que estamos desarrollando en la Clínica de Medicina Estética Renacimiento -León- que te permitirán incorporarte a tu vida diaria desde el primer momento. ¡Son tratamientos fantásticos! La Dra. Ana Rosa González te lo cuenta en los siguientes vídeos: