Se acerca el buen tiempo y nos gustaría poner nuestros cuerpos a punto. ¿Qué hacemos con la grasa que nos sobra? No le deis más vueltas. La solución es la lipoescultura.
¿Os contamos en qué consiste?
La lipoescultura es el procedimiento quirúrgico más eficaz que permite una remodelación corporal mediante la extracción de los cúmulos de grasa subcutánea. Estos son frecuentemente hereditarios y son imposibles de eliminar solamente con ejercicios o dieta. Actualmente pueden ser extraídas de forma definitiva por la cirugía de lipoaspiración.
La principal ventaja de la lipoescultura frente a la liposucción tradicional es que se consigue una remodelación corporal más precisa y mayor que la alcanzada con la clásica liposucción profunda.
El problema de la liposucción tradicional es que deja un colgajo cutáneo-adiposo demasiado grueso y pesado. Sin embargo, con la lipoescultura extirpamos también la grasa superficial dejando un colgajo mas fino y ligero que se retrae, creando así nuevas curvas y volúmenes enfatizando al máximo la propiedad de retracción de la piel.
La lipoescultura permite quitar grasa de manera precisa donde queremos, logrando un nuevo perfil corporal con brillantes resultados estéticos. La lipoescultura se emplea para la reducción de la adiposidad en glúteos con escasa forma y medida, en piernas con poca definición de contorno, en caderas con cúmulos excesivos de grasa, en abdomen y en la región de la papada.
La técnica consiste en la aspiración de la grasa mediante la introducción de una cánula conectada a una máquina de vacío o a una jeringa especial, según el caso, y realizando numerosos túneles en el área previamente marcada.
La duración de una lipoescultura suele oscilar entre 1 y 2 horas dependiendo del área y la cantidad. Inicialmente se realiza una pequeña incisión para introducir la cánula. Posteriormente el cirujano mueve la cánula entre los depósitos grasos situados bajo la piel, rompiendo la grasa y succionándola.
Esta nueva técnica lipoescultura introduce una variante que afecta al nivel de aspiración de la grasa, al calibre y a la formas de las cánulas. Se introducen, a través de una pequeña incisión de 3-4 mm, las cánulas muy finas que conectadas a un aspirador extraen el exceso de grasa a nivel superficial. Se realiza este acto teniendo en cuenta algunas zonas del cuerpo que son claves para que se consiga una remodelación armónica de las curvas.
¿Cómo se realiza?
La intervención se realiza bajo anestesia general, local o epidural dependiendo de la extensión de la zona a tratar o de la cantidad de grasa a aspirar.
Después de la lipoescultura los tejidos quedan edematizados, tardando 3-4 semanas en reducir su volumen por lo que los resultados no pueden considerarse definitivos hasta pasados unos meses de la intervención. Se colocará una faja, medias o vendaje elástico sobre la zona tratada para controlar la hinchazón, y para ayudar a la piel a adaptarse al nuevo contorno. Suele ser necesario llevarlo durante 2 ó 3 semanas, y luego sólo durante el día durante unas semanas más, dependiendo de las instrucciones del cirujano estético. También pueden administrarse antibióticos para prevenir la infección
La recuperación de la lipoescultura es un proceso gradual. Os indicaremos que comencéis a caminar tan pronto como os sea posible (para prevenir la formación de trombos venosos en las piernas). Los puntos serán retirados entre los 5 y 10 días, y podrá volver a trabajar en 2 o 3 días, dependiendo de la extensión de la lipoescultura y de las recomendaciones del cirujano. La inflamación y los hematomas desaparecerán pasadas unas semanas tras la lipoescultura, sin embargo, una mínima inflamación puede mantenerse durante algunos meses mas.
La Dra. Ana Rosa González os lo cuenta en el siguiente vídeo:
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