La menopausia se caracteriza por el cese de la función ovárica y la desaparición de las menstruaciones. La disminución de las hormonas sexuales femeninas se acompaña de la reducción en la masa grasa corporal, con ganancia de peso, depósito abdominal e incremento del colesterol y diabetes tipo 2. Así mismo, el peso tiene una fuerte motivación estética y presenta importantes factores emocionales.
El síndrome metabólico aparece en la mujer debido a los incrementos de la masa grasa corporal y otra sintomatología asociada a riesgos cardiovasculares. Las mujeres mayores de 50 años deben tomar conciencia de que la mortalidad por ataques cardiacos es el doble que el de los varones de la misma edad.
La elevación del riesgo cardiovascular es la primera causa de muerte entre las mujeres de los países desarrollados, alrededor del 40 por ciento. Los síntomas que se presentan en las mujeres son más inespecíficos que en los hombres: cansancio, problemas para dormir, dificultad para respirar, ingestión y ansiedad, náuseas y mareos, en ocasiones atribuidos al estrés.
Para prevenir un ataque cardiaco es necesario tener conciencia del mismo. Se deben controlar los niveles de colesterol y de azúcar, la presión sanguínea, hacer ejercicio y una alimentación adecuada.
CUÁL ES LA DIETA MÁS ADECUADA
La dieta es un factor básico y el cuidado nutricional deberá ser controlado y valorado por un médico especialista. El aporte energético debe ser inferior al gasto por la posibilidad de que se produzca un sobrepeso. La grasa saturada de la dieta debe evitarse con los alimentos de origen animal, con algunos de origen vegetal y con la bollería industrial. Tampoco son recomendables las grasas trans. Sin embargo, se permite el consumo de ácidos grasos monoinsaturados que se encuentren sobre todo en el aceite de oliva. Las proteínas de la dieta podrán ser sustituidas por proteína de soja con el fin de disminuir el colesterol sanguíneo.
Es determinante la realización rutinaria de ejercicio físico para contrarrestar la osteoporosis, evitar la caída del metabolismo basal y la tendencia a la obesidad que sucede en la menopausia.
Los antioxidantes pueden disminuir los fenómenos de estrés oxidativo que desempeñan un papel en el envejecimiento y algunos problemas de salud. Los tomamos a partir del aceite de oliva, las hortalizas y las frutas amarillas nos aportan B-caroteno; las naranjas, fresas y kiwis son alimentos ricos en vitamina C, además de las carnes, cereales y verduras que aportan cantidades de zinc. También recomendamos el consumo de cereales, de dos o más pieza de fruta al día y la misma cantidad de verduras.
Cualquier tratamiento debe ser bajo estricta vigilancia médica, tras una cuidada valoración de los posibles riesgos y beneficios para la paciente.
Si queréis conocer más información no dudéis en pedir una consulta sin compromiso en la Clínica Renacimiento de León.
Os esperamos.