Existen diversas causas y tipos de manchas en la piel, pero si algo está claro es que mientras la edad es uno de los factores menos importantes, el sol es el verdadero enemigo de la piel, por lo que aprender a protegerse de forma adecuada pueden detener la aparición de estas manchas.
La aparición de las manchas en la piel se desarrolla cuando la producción de melanina aumenta de forma anormal y cuando la distribución de la melanina producida en exceso no se reparte uniformemente en la superficie de la piel, acumulándose en algunos lugares y formando manchas antiestéticas. Una exposición excesiva al sol genera una gran producción de melanina, que se traduce en la formación de manchas en la piel. La insolación y la edad son los principales factores que contribuyen a la aparición de las manchas pigmentarias.
Distinguimos dos tipos de manchas: por un lado, las manchas seniles que aparecen cuando tenemos 50 años, que se producen por acúmulos excesivos de sol. Estas manchas son conocidas como léntigos y la solución para tratarlas es el láser. Por otro lado, nos encontramos con las manchas que aparecen personas jóvenes denominadas cloasma. Son manchas que suelen aparecer por toma de píldora anticonceptiva, embarazos o incluso por alteraciones hormonales y al contacto con la luz solar les aparece este tipo de pigmentación.
Estas manchas de tipo hormonal aparecen en el rostro, en los pómulos y en el labio superior. Son pigmentaciones más extensas que necesitan tratamientos más específicos con peelings despigmentantes a partir de los que obtenemos un resultado muy bueno.
Tipos de manchas en la piel
Estas manchas, son conocidas como lentigo solar y suelen salir en áreas frecuentemente fotoexpuestas, como son la cara, el dorso y el escote, tanto en hombres como en mujeres. Otros factores adicionales que pueden influir en la aparición de manchas en la piel son los cambios hormonales, como los que se producen durante el embarazo o con la toma de anticonceptivos, que dan lugar a otro tipo de manchas conocidas como melasma y que suelen aparecer en zonas como las mejillas, la frente y el bigote.
El papel que cumple la edad en este aspecto se debe a que con los años aumentan las posibilidades de desarrollar este tipo de manchas, ya que existe un tiempo mayor de exposición al sol y la piel se vuelve más seca y menos elástica.
Aunque no existe una edad determinada a partir de la cual comiencen a aparecer estas lesiones, pues depende del tiempo y grado de exposición solar, por lo general son más frecuentes entre los 30 y los 40 años.
Los tratamientos de las manchas en la piel
Peelings químicos: Eliminan las capas superficiales de la piel y con ella la mancha, hay que conocer por lo tanto la profundidad de la mancha para hacer un peeling que llegue hasta ese estrato.
IPL (Luz intensa pulsada): Es un tratamiento altamente efectivo y poco agresivo ya que es muy selectivo por la melanina, es decir la luz puede atravesar la piel y solo hacer el efecto deseado a nivel de la mancha, con lo cual la recuperación es muy rápida y no sufre el período de descamación asociado con los peelings, además es versátil y se puede combinar para eliminar otro tipo de problemas u otro tipo de manchas como por ejemplo las vasculares.
Láseres pigmentarios. Los específicos para manchas que permiten actuar sobre manchas mucho más complejas o profundas, siendo muy selectivos en la eliminación de los pigmentos a cualquier nivel.
La recuperación es inmediata pudiendo hacer vida normal prácticamente desde el primer día pero hay un requisito a tener en cuenta a la hora de someterse a estos tratamientos: no estar bronceado.